Cualquier día puede ser el día del amor y la amistad, en nuestra familia.
El 14 de febrero es una festividad en la que demostramos y compartimos con nuestros seres queridos el cariño que sentimos por ellos, sobre todo en el ámbito romántico y amistoso… Pero en ocasiones, dejamos de lado otro muy importante:
El amor de padres e hijos.
¿Cuántos de nosotros no nos hemos preguntado cuál es la mejor forma de demostrarle a tu hijo cuánto lo amas?
Las manifestaciones de afecto son esenciales para el crecimiento de cualquier niño, y como padres, brindarles atención y muestras de cariño forman parte de las bases necesarias para apoyar a su sano crecimiento y fortalecer su desarrollo emocional.
En la medida que nosotros como padres generemos un vínculo de amor y cariño a su alrededor desde los primeros años será proporcional a la manera en la que logren desenvolverse cognitiva y socialmente en sus espacios próximos; pero ¿Cómo saber cuál es el mejor modo de ser afectivo con mi bebé?
¡En Woodcreek te damos algunos consejos!
En los primeros años de vida, el cariño incentiva destrezas tales como caminar, comer o incluso el hablar, pues funciona como un movilizador efectivo, por el contrario, los pequeños que son o han sido privados de ese mismo afecto suelen tener alteraciones para poder relacionarse fácilmente con el mundo.
Según especialistas “Brindar afecto no solo es estar pendiente de las necesidades de los pequeños, además debemos considerar importante el lenguaje corporal y que la forma de comunicarnos con ellos sea lo más efectiva posible. Jugar, cantarles e incluso cargarlos forma parte de una comunicación sensorial para que se sientan mucho mejor acompañados”.
Ocasionalmente, puede suceder que al estar presentes en sus momentos de juego, podemos distraernos o involucrarnos en otras actividades, pero más vale pequeños momentos efectivos que tiempo sin calidad. La clave no sólo está en el juego, sino también en enseñarles y convivir.
Es importante considerar con la misma importancia que disciplinarlos también es una forma de quererlos, y que poner límites y establecer normas son una excelentes formas de educarlos para su futuro también. Ya que para crear una conciencia responsable, debe primero conocer lo que está bien y mal.
Recordemos que el futuro de nuestros pequeños está en nuestras manos, forjemos genios desde pequeños y eduquemos a pequeños para que crezcan sanamente no sólo en cuerpo, también en mente.